comentando el libro "Cartas a Théo" de Vincent Van Gogh

Le he comentado a algunos amigos que este libro me ha ayudado a superar ciertos aspectos que creí en un momento dado dificiles de quitarme de encima, sobre todo, por que hay ocaciones en que uno se siente incomprendido, sólo en el mundo, y que lo las cosas que haces no valen la pena. Sin embargo, antes de que leyera a Vincent Van Gogh, seguía escribiendo, y caminando por las avenidas pensando que sólo existía yo con el universo. Las cosas cambiaron´a medida que fuí leyendo la obra literaria, luego supe, que existió un gran artista que escribió su vida, su angustia, sufrimiento, nostalgia, su arte, y sus grandes depresiones. Cuando escuché alguna ocación: Van Gogh, se me vino el recuerdo de un gran pintor. No por que hubiera leído de éste, si no que su nombre se ha escuchado en algún medio impreso,o televisivo, o ya en el nombre un de grupo artistico. Aquella tarde que fuí en busca de un libro, me topé por casualidad con Cartas a Théo. Lo fuí leyendo, y mi visión de la vida empezó ese día. Van Gogh  hizo a un lado prejuicios, complejos; las cosas materiales no importaban mucho, excepto, para tener donde vivir, un lugar para pintar, y un techo para escribir. Lo demás era lo demás. ¿Habrá desahogado todo su arte antes de su muerte? Es notable reconocer que hasta hace poco, según información que saqué de intenet, en un cuadro pintado por él, hay un paisaje silvestre, lo curioso del caso, es que, a través de los rayos X, o de un estudio que hicieran algunos científicos para estudiar los colores y materiales que uso Van Gogh, fueran analizados y estudiados, el caso es que en ese cuadro que les digo, aparece una cara de una mujer, al parecer está en un pose nostálgica ¿quién es? o ¿quién fué? a simple vista no se alcanza a apreciar, sin embargo, a través de esos estudios científicos, existe un rostro invisible al ojo humano. Según, una hipótesis, dió como resultado, que tal vez el píntor, pudo haber usado la misma tela, donde ya hubo pintado anteriormente.